La lotería en España llegó durante el reinado de Carlos III en 1763, que la importó de la tradición napolitana. Para la gente de aquel tiempo, era especialmente atrayente la idea de que el mismo Estado se encargara de repartir los premios, pues les daba certidumbre de realmente recibirlos, eso le otorgo rapidamente popularidad.
Llegaba el día de anunciar quien sería el ganador, miles están expectantes del resultado. Entonces sólo uno, uno, de toda aquella muchedumbre rompe su ansioso silencio y grita con extásis...es el ganador. Es tanta la alegría que comienza a arrojar sus muebles, cuadros, herramientas, ¡mascotas! -exageración mia- ¡todo por la ventana!. Esa era la forma cómo se celebraba cuando se ganaba la lotería.
Actualmente, en algunas regiones se acostumbra arrojar algunas cosas por la ventana al inicio de cada año, se trata de un ritual que tiene lugar con el próposito de atraer riqueza, según ellos. Creo que sería más efectivo venderlas que arrojarlas por la ventana, mi opinion.
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